La etapa de Santillana del Mar a Comillas en el Camino del Norte ofrece a los peregrinos un recorrido de 22 kilómetros cargado de belleza natural y cultural. Esta jornada conecta dos de las localidades más emblemáticas de Cantabria, ofreciendo un trayecto que combina historia, arte, y espectaculares vistas de la costa cantábrica.
Desde Santillana del Mar: Inicio de la Etapa
El recorrido comienza en la pintoresca Santillana del Mar, una villa medieval conocida por su rico patrimonio arquitectónico y cultural. Antes de partir, los peregrinos pueden explorar sus calles empedradas y visitar la famosa Colegiata de Santa Juliana, una joya del románico español. Este punto de partida es ideal para absorber la historia antes de adentrarse en la tranquilidad de la ruta.
Desde Santillana del Mar, la ruta se adentra en un entorno rural, rodeado de verdes campos y pequeños núcleos habitados. A medida que el camino avanza, el paisaje se torna cada vez más pintoresco, con suaves colinas que permiten vistas panorámicas del entorno natural de Cantabria.
El Camino Hacia Comillas
La primera mitad de la etapa es relativamente tranquila, con un suave ascenso que lleva a los peregrinos a través de tierras agrícolas y pequeños pueblos. Durante este tramo, se cruzan varias aldeas donde es posible hacer una pausa para descansar y disfrutar de la hospitalidad cántabra. La ruta está bien señalizada, lo que facilita el avance sin riesgo de perderse.
A medida que te acercas a Comillas, el paisaje cambia gradualmente, revelando la proximidad del mar Cantábrico. Las colinas verdes dan paso a vistas del océano, creando un contraste espectacular que acompaña a los peregrinos en los últimos kilómetros antes de llegar a esta hermosa localidad costera.
Comillas: Arte y Naturaleza en Perfecta Armonía
Comillas es famosa por su combinación de belleza natural y patrimonio arquitectónico. Una vez en el pueblo, los peregrinos pueden disfrutar de una visita al Capricho de Gaudí, una de las pocas obras de Antoni Gaudí fuera de Cataluña. Además, el Palacio de Sobrellano y la Universidad Pontificia de Comillas son ejemplos de la riqueza histórica y artística de este destino.
Este tramo del Camino del Norte también permite a los peregrinos disfrutar de la playa de Comillas, un lugar ideal para relajarse tras una jornada de caminata. Con sus arenas doradas y aguas cristalinas, es el lugar perfecto para descansar y recargar energías antes de continuar con la peregrinación.
