Mansilla de las Mulas a León

La etapa de Mansilla de las Mulas a León cubre un recorrido de 19.4 kilómetros que marca la transición de la tranquila meseta castellana a una de las ciudades más vibrantes del Camino Francés. León, con su riqueza histórica y cultural, es un destino muy esperado por los peregrinos, y la llegada a la ciudad suele ser un momento especial del Camino.

Ruta y Puntos de Interés

La jornada comienza en el encantador pueblo medieval de Mansilla de las Mulas. Desde aquí, el camino va dejando poco a poco los paisajes rurales, acercándose al entorno urbano que nos llevará hasta León.

  • Puente Villarente: Un lugar ideal para descansar, este puente medieval sobre el río Porma destaca por su belleza y su importancia histórica.
  • Arcahueja: Este pequeño pueblo, ubicado cerca de León, ofrece a los peregrinos un buen sitio para una breve parada antes del tramo final.
  • León: La llegada a León es un hito importante. La ciudad alberga joyas arquitectónicas como la Catedral de León con sus asombrosas vidrieras góticas, la Basílica de San Isidoro y la Casa Botines de Gaudí, puntos que vale la pena explorar y disfrutar.

La Entrada en León

Entrar a León es un momento especial para los peregrinos. La ciudad combina historia y modernidad en cada rincón. La impresionante Catedral de León deslumbra con sus vidrieras, que crean un espectáculo único con la luz. Además, León ofrece numerosos servicios para los peregrinos, desde albergues y tiendas hasta restaurantes y bares.

Catedral de León en el Camino de Santiago

Consejos para los Peregrinos

Es recomendable salir temprano de Mansilla de las Mulas para aprovechar al máximo la estancia en León. Aunque esta etapa es corta, la ciudad tiene mucho por descubrir y es una buena oportunidad para degustar la gastronomía local. No te pierdas el Cocido Maragato o las tapas del famoso Barrio Húmedo, donde la tradición de compartir y disfrutar se vive intensamente.

Finalizando en León

La llegada a León permite a los peregrinos tomarse un respiro y disfrutar de todo lo que la ciudad tiene para ofrecer. Es un buen momento para recargar energías y prepararse para las etapas siguientes. León, con su rica historia y hospitalidad, también es un gran lugar para conectar con otros peregrinos y compartir experiencias del Camino.