La etapa de Sarria a Portomarín es un tramo icónico del Camino de Santiago, recorriendo unos 22 km de hermosos paisajes gallegos. Para muchos peregrinos, Sarria es el punto de partida en su trayecto para completar los últimos 100 km necesarios para obtener la Compostela. Esta etapa ofrece un entorno natural lleno de encanto rural, perfecto para disfrutar de la paz del Camino.
El Recorrido: Qué Ver en la Etapa de Sarria a Portomarín
La etapa comienza en Sarria, un pueblo con una amplia oferta de servicios para los peregrinos. El camino se adentra en frondosos bosques, cruza antiguos puentes y pasa por aldeas tradicionales que reflejan la esencia de Galicia. A lo largo del trayecto, los peregrinos disfrutan de paisajes verdes y la hospitalidad de los lugareños.
Puntos Destacados en la Ruta
- Barbadelo: Esta aldea alberga una iglesia románica que es perfecta para una primera parada y sello en la credencial.
- Morgade: Un lugar tranquilo para tomar un descanso, disfrutar de un café o un tentempié.
- Ferreiros: Este núcleo marca la mitad de la etapa y es un punto muy popular para sellar la credencial.
- El Embalse de Belesar: Poco antes de llegar a Portomarín, el embalse regala vistas espectaculares desde el puente, ofreciendo uno de los paisajes más memorables de esta etapa.
Consejos para Esta Etapa
La dificultad de esta etapa es baja a moderada, aunque hay algunas pendientes que pueden requerir un poco más de esfuerzo. Es recomendable salir temprano para aprovechar el clima fresco y disfrutar de la ruta. Lleva suficiente agua y algún tentempié para el camino.
Equipamiento Recomendado
Contar con buenas botas de senderismo es esencial para esta etapa, junto con un poncho para la lluvia, ya que el clima gallego es impredecible. Los bastones de senderismo también pueden ayudar con las pendientes y cuestas.
Portomarín: Una Villa con Historia Sumergida
El final de la etapa lleva a los peregrinos a Portomarín, una villa ubicada a orillas del río Miño. Conocida por la reconstrucción de su núcleo tras la construcción del embalse en los años 60, Portomarín destaca por la emblemática Iglesia de San Nicolás, la cual fue trasladada piedra a piedra. Este pueblo ofrece un lugar ideal para descansar y prepararse para la siguiente etapa en el Camino.
