Deba a Markina-Xemein

La etapa de Deba a Markina-Xemein es una de las más desafiantes del Camino del Norte, con una distancia de 24 kilómetros a través de terrenos montañosos y boscosos. Este tramo ofrece a los peregrinos la oportunidad de disfrutar de impresionantes paisajes vascos, aunque también supone un esfuerzo físico considerable debido a las pendientes y los cambios de altitud.

Recorrido y Dificultad

El recorrido comienza en Deba, un pueblo costero en el País Vasco. Desde aquí, el Camino se adentra en el interior, subiendo hacia las montañas y dejando atrás la costa. A lo largo del trayecto, los peregrinos atravesarán bosques frondosos, pequeñas aldeas rurales y senderos estrechos que ofrecen vistas panorámicas del paisaje montañoso vasco. El destino final es Markina-Xemein, un tranquilo pueblo conocido por su arquitectura tradicional y su ambiente relajado.

La etapa es de dificultad alta debido a las subidas empinadas y los descensos pronunciados. Los tramos más exigentes se encuentran en los primeros kilómetros al salir de Deba, por lo que es importante que los peregrinos estén bien preparados físicamente.

Puntos de Interés

  • Deba: Un pintoresco pueblo costero que marca el inicio de esta desafiante etapa.
  • Markina-Xemein: El destino final, un pueblo tranquilo y acogedor, perfecto para descansar tras una jornada intensa.
  • Paisajes montañosos: A lo largo de la etapa, los peregrinos disfrutarán de impresionantes vistas de las montañas y los valles vascos.

Consejos para Peregrinos

La etapa de Deba a Markina-Xemein es físicamente exigente, por lo que se recomienda llevar suficiente agua y comida, así como un buen calzado de senderismo. Es importante comenzar temprano para evitar caminar en las horas más calurosas del día y estar preparado para los cambios de altitud. Los peregrinos también deben tener en cuenta que los servicios son limitados en algunas partes del recorrido.

Final de la Etapa: Llegada a Markina-Xemein

La llegada a Markina-Xemein ofrece a los peregrinos un merecido descanso tras una jornada dura. Con su ambiente tranquilo y sus alojamientos acogedores, Markina-Xemein es el lugar ideal para relajarse antes de continuar el Camino. Su arquitectura tradicional y su hospitalidad local harán que los peregrinos se sientan bienvenidos en este encantador pueblo vasco.